A cuidar a Guaidó: La CIA lo quiere asesinar

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Guaidó es un recurso publicitario de bajo costo. Ello explica porqué desde su condición de desconocido, pasó a presidente «encargado» buscando usurpar el poder en Venezuela. Tal función, para incredulidad de algunos, no fue asumida por los dirigentes históricos de la oposición al chavismo. Estos últimos están a buen recaudo esperando el desenlace.

La última maniobra desplegada resulta ser la más peligrosa para Guaidó.

Nos referimos al sabotaje mediante  terrorismo energético  y cibernético implementado para dejar sin electricidad y agua a grandes centros urbanos en Venezuela.

La guerra psicológica en contra de la gente, especialmente en los barrios más pobres, es el objetivo central. El problema que tiene este panorama para sus autores, es que la organización de los colectivos chavistas ha logrado dar tranquilidad a la población.

Si los apagones no logran sacudir la base central del chavismo, la única posibilidad que le queda a la CIA y a los sectores reaccionarios venezolanos es matar a Guaidó y justificar, de esa manera y con un gran despliegue mediático internacional,  el curso de una operación de descabezamiento quirúrgico de la dirigencia, partiendo  por Diosdado Cabello, luego atentarían en contra de Nicolás Maduro y del General Padrino.

Los sucesos se han desencadenado rápidamente y se avizora otra frustración para los golpistas.  No se recuperan de la última experiencia. Nos remitimos al estruendoso descalabro de la operación de desestabilización del 23 de febrero, en donde agencias como el New York Times han certificado que la quema de camiones de la aparente ayuda humanitaria, fue originada en el sector fronterizo de Colombia por sicarios de la derecha venezolano, dejando en ridículo a presidentes como Duque y Piñera, cuya presencia en Cúcuta, lugar del montaje propagandístico, aseguraba la concreción de un golpe de estado en Caracas.

A más de dos días de los apagones en Venezuela ya se sabe que la nueva ofensiva de la reacción está fracasando. Ello resulta un desastre mayor para personajes siniestros como Marco Rubio y Mike Pompeo quienes sin pudor han anunciado las actividades criminales en contra de la soberanía venezolana. Sin embargo, tienen en la mano el siguiente paso. La desaparición de Guaidó, es un costo menor que les puede producir mucha rentabilidad.  Mientras tanto, los hombres importantes dispuestos a consolidar  y administrar el golpe de estado se encuentran en lugares seguros y dispuestos.

Esta información emana de la embajada norteamericana en Chile, específicamente de la estación de la CIA y Militar – DIA, que persiguen preparar y coordinar desde ese país sudamericano la reacción internacional para el caso de la actuación de la Special Activities Division del Servicio Nacional Clandestino – NCS, vinculada a la planificación del asesinato de Guaidó.  Esta es la carta escondida a informar en la próxima reunión del grupo de Lima en Santiago de Chile.

Algunos funcionarios chilenos, conocedores de esta trama, quieren salvar su responsabilidad. No desean aparecer, en 20 años más, relacionados con estas actividades en archivos desclasificados de las intervenciones norteamericanas.

La desesperación ha cobrado sus víctimas dentro de la inteligencia de EE.UU. Algunos de sus analistas nunca imaginaron que Guaidó podía desplazarse tranquilamente por Venezuela sin que el gobierno de Nicolás Maduro intente detenerlo. Nadie puede pensar que una dictadura, como han pintado a Venezuela, pueda permitir tal grado de libertad o libertinaje de sus opositores.

En el Chile de Pinochet, eso no habría ocurrido. Asesinaron a presidentes de la república  como Allende y Frei Montalba y con bombazos terroristas en el extranjero, mataron a un excomandante en jefe del Ejército y exministro de defensa. Ello es sin perjuicio del uso de armas como el gas sarín o  bacterias letales como clostridium botulínica, saxitoxin y tetrodotoxina, secretos que le costaron la vida, en 1993, a  Eugenio Berrios (Hermes) en Uruguay, para acallarlo en su condición de experto químico de Pinochet. No había salvación posible.

Guaidó ya no les sirve. Su asesinato, como dice la mafia, no es nada personal. Son solo negocios.  Es la frase que conoce bien Sebastián Piñera.

0 pensamientos sobre “A cuidar a Guaidó: La CIA lo quiere asesinar

  1. Efectivamente en la desesperacion estos elementos pueden hechar mano a todo pues su moral no respeta nada.Llamando a golpe y se dicen democratas ademas de mentir y montar un show mediatico como poco se ha visto

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