Temer el corrupto y ahora detenido

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Por Osvaldo Cardosa Samón

Brasilia, 21 mar (Prensa Latina) Un viejo axioma del poeta latino Horacio asevera que la justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera. Michel Temer, expresidente brasileño, es el mejor ejemplo.

Pese a que durante su gobierno (2016-2018), el exmandatario usó todas sus armas para esquivar a la justicia, se cumplió lo que vaticinó hace 10 meses su coordinador político, Carlos Marum: una vez concluido su mandato, ‘Temer pudiera ser preso’.

Atinado estuvo Marum cuando dijo a la prensa que a partir de enero, cuando Temer abandone la butaca presidencial, éste pudiera ser sometido a ‘una gran persecución’ que terminará en una celda.

En la oportunidad, el abogado de profesión alertó que ‘cualquiera puede ser preso (en Brasil); principalmente en el imperio las prisiones preventivas’.

Descartó sin embargo que de llegar otra denuncia al Congreso contra el ocupante del Palacio de Planalto la misma pueda prosperar, pues el sujeto atacado es el presidente.

Temer había sido denunciado en dos ocasiones en su mandato por corrupción pasiva, obstrucción de la justicia y formación de pandilla. En ambos casos las imputaciones fueron archivadas.

Meses después del pronóstico del coordinador, quien junto a su jefe instaló el impeachment (que depuso a la presidenta constitucional Dilma Rousseff mediante un golpe parlamentario-judicial), la Policía Federal afirmó tener pruebas que empresarios nacionales montaron una estructura para tratar intermitentemente con los requerimientos ‘públicos y privados’ de Temer.

En un informe al Supremo Tribunal Federal, el delegado Cleyber Malta Lopes señaló en agosto: ‘los elementos recogidos indican que Argeplan y su estructura financiera y funcional se colocaron varias veces al servicio de las demandas de la vida pública y privada de su excelencia el presidente Temer’.

Argeplan es una empresa propiedad del excoronel de la Policía Militar João Batista Lima, amigo íntimo de Temer y desde hace buen tiempo investigado por las autoridades brasileñas.

La indagación intentaba confirmar si Temer recibió sobornos a cambio de beneficios para empresas que operaban en el puerto de Santos, estado de Sao Paolo, gracias a la aprobación de un decreto.

Este nuevo caso de corrupción costó al exgobernante una tercera denuncia.

Como era de esperar, el 1 de enero Temer entregó el sillón presidencial al político de extrema derecha Jair Bolsonaro y por ende perdió el foro privilegiado.

Se abrió entonces una decena de investigaciones y el expresidente resultó acusado de encabezar una organización criminal dedicada a la corrupción.

DENUNCIAS

La mañana de este jueves Temer, quien es arrestado anticipadamente por la Policía, califica de barbaridad su detención.

De manera sorpresiva, el juez federal de Río de Janeiro Marcelo Bretas decreta su prisión preventiva después que la Fiscalía lo acusa de haberse favorecido de sobornos pagados por la Engevix, a cambio de beneficiar a la constructora en contratos con la empresa estatal Eletronuclear.

Bretas afirmó que el exjefe de Estado era el principal líder de una organización criminal que funcionó durante 40 años y desvió más de 473 millones de dólares.

El magistrado también ordenó la detención de otras siete personas, entre ellas Wellington Moreira Franco Bretas, exministro del gobierno de Temer, y Baptista Lima.

Una primera denuncia sustenta que Temer recibió un desembolso indebido de unos 130 mil dólares de manos de uno de sus exasesores. La Policía tiene en su poder un video en el que un ejecutivo del grupo JBS entrega una maleta con dinero.

En la segunda querella (septiembre de 2017) el extitular del Ejecutivo es acusado por la Fiscalía de obstrucción a la justicia y asociación ilícita. Esta imputación salpica a relevantes miembros del partido del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), al cual pertenece Temer.

La Fiscalía presenta una tercera imputación contra el exmandatario en diciembre por corrupción y lavado de dinero, al investigarse una disposición firmada por él, que dio un giro a la ley de puertos y favoreció a empresas del sector a cambio de sobornos entregados al MDB.

Otras denuncias, hasta llegar a 10, responsabilizan a Temer con actos de corrupción y otros delitos en el marco de la operación Lava Jato.

En una conferencia colectiva ante la prensa, la Fiscalía certifica tener pruebas para demostrar que Temer desvió recursos púbicos de entidades en las que tuvo influencia.

Fabiana Schneider, fiscal en el equipo de investigación, manifestó que la organización criminal emergió en 1980 cuando Temer comenzó su andar político como secretario de Seguridad Pública de Sao Paulo y conoció a su incondicional Baptista Lima.

En esa etapa se creó Argeplan, con la participación de ambos que después se nombra Lima Filho y se otorga contratos públicos. La firma se utiliza para los millonarios desvíos.

Schneider apuntó que resultó evidente el crecimiento de las contrataciones de esa empresa desde que Temer comenzó a ejercer puestos públicos.

Reveló que durante una búsqueda en la sede de la sociedad se encontró un documento financiero con promesas de pagos a una persona identificada como MT (seguramente Michel Temer).

La funcionaria pública reveló asimismo que recientemente se registró una tentativa de depósito de 20 millones de reales (cerca de 5,3 millones de dólares) en efectivo en esta empresa, pero el banco no lo aceptó.

Para el fiscal Rodrigo Timoteo, también investigador, se lograron pruebas que definen que el dinero recibido de forma ilegal fue lavado en favor de Temer y su familia.

Otros pliegos demuestran que Argeplan costeó con 1,6 millones de reales (más de 420 mil dólares) obras de reparación en la casa de Mariastela Temer, una de las hijas del expresidente detenido, de 78 años.

El arresto de Temer se cumplió este jueves por la delación premiada ante la justicia del dueño de la constructora Engevix, José Antunes Sobrinho, quien aseguró que pagó un millón de reales (más 262 mil dólares) en sobornos a pedido de Baptista Lima y Moreira Franco, con la aprobación del exjefe de Estado, para ganar un contrato.

En busca de distancia, el presidente Jair Bolsonaro puntualizó: ‘cada uno responde por sus actos’ y ‘la justicia nació para todos’.

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