Abril de 1961 en Playa Girón: Cuando Cuba derrotó al imperio

De una manera parecida a lo que hoy se persigue hacer con Venezuela, en abril de 1961, paramilitares cubanos exiliados y mercenarios, apoyados por Estados Unidos, invadieron Cuba, para intentar crear una cabeza de playa, formar un gobierno provisional y buscar el apoyo de la Organización de los Estados Americanos y el reconocimiento de la comunidad internacional.
La acción acabó en fracaso en menos de 65 horas. Fue completamente aplastada por las Milicias y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba. Más de un centenar de soldados invasores murieron, y los cubanos capturaron a otros 1200, junto con importante material bélico.
En este nuevo aniversario de la gesta libertadora, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, afirmó, este 19 de abril, que Cuba y Venezuela alcanzarán nuevas victorias frente a Estados Unidos, al tiempo que reiteró el respaldo de la isla a la soberanía de esa nación suramericana.
A través de su cuenta en Twitter, el mandatario respondió así al mensaje de felicitación enviado por su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, con motivo del aniversario 58 de la victoria de Playa Girón.
Manos fuera de Venezuela, demandó el jefe de Estado cubano en un contexto en el que Washington escala en sus amenazas y sanciones contra Caracas, con el reconocido objetivo de imponerle un cambio de régimen.
En su mensaje, Maduro celebró la efeméride y señaló que «menos de 72 horas bastaron para demostrar al mundo lo que es capaz de hacer un pueblo libre en defensa de su soberanía».
Sus declaraciones ocurren días después de que la administración de Donald Trump anunciara nuevas medidas para recrudecer el bloqueo impuesto desde hace casi 60 años a Cuba, con la activación del Título III de la Ley Helms-Burton, capítulo con el que apuesta por la asfixia económica como instrumento para derrocar al gobierno.
Asimismo, informó que aumentará las restricciones a los viajes de los estadounidenses a la mayor de las Antillas y limitará las remesas que envían los cubanos residentes en Estados Unidos a sus familiares.
El Gobierno la mayor de las Antillas repudió en una declaración la agresividad de la Casa Blanca y llamó a la comunidad internacional a frenar sus ambiciones imperiales.