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BBC

Nada ha podido con ella: ni los huracanes, ni los derrumbes, ni los exilios, ni las revoluciones, ni las crisis, ni los embargos…

La historia oficial cuenta que todo comenzó este día en 1519 en una esquina de la bahía: allí -dicen- se celebró la primera misa y los pobladores se reunieron entre el lodo de noviembre junto a un árbol, una ceiba, a celebrar la primera misa y el primer cabildo, la junta que traería orden, leyes y autoridad a la nueva villa.

Sin embargo, la versión más conocida de la fundación de la capital de Cuba parecen estar más cerca de lo incierto y del mito que de lo que realmente pasó.

«Lo cierto es que la historia de La Habana es más antigua y sus orígenes se pierden en una oscuridad profunda», asegura a BBC Mundo el historiador y periodista cubano Ciro Bianchi Ross.

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Según la tradición, el lugar de la fundación estaba a un lado de la actual Plaza de Armas.

Una fundación incierta

Según cuenta a BBC Mundo Dick Cluster, autor de La Historia de La Habana (2006, junto a Rafael Hernández) nadie sabe a ciencia cierta cuándo ocurrió la fundación de la ciudad, pero se cree que entre 1514 y 1515 ya existía un asentamiento en el sur de su ubicación actual.

«La posición original de la ciudad tampoco se conoce, no se ha encontrado ningún vestigio histórico que dé cuenta de eso», señala.

Catedral de La Habana
En la Catedral de La Habana se venera a San Cristóbal como su santo patrón.

De acuerdo con el experto, muchos historiadores coinciden en que la fecha de la fundación original habría sido un 25 de julio, cuando la Iglesia católica celebraba la fiesta de San Cristóbal, un santo gigante y cruzador de ríos del que tomó su nombre original la ciudad.

«Era un tradición que los lugares que fundaban los españoles tomaran el nombre del santo que se celebraba ese día y se sabe que en un inicio el nombre de la villa fue San Cristóbal», señala.

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La Habana se movió hacia el norte desde su ubicación inicial en busca de mejores condiciones y recursos.

El investigador Ignacio Suárez, del Instituto de Historia de Cuba, explica a BBC Mundo que lo inhóspito del lugar, lleno de pantanos y mosquitos, llevó a los primeros pobladores a abandonar el sitio en busca de mejores aires, ríos y suelos.

«Cuando los españoles colonizaban, buscaban los mejores lugares para fijar ahí los asentamientos. La búsqueda de agua, de madera, de recursos naturales y mejores puertos fue seguramente lo que llevó a desplazar la ciudad hacia el norte», afirma.

Según creen los historiadores, el asentamiento del sur fue abandonado progresivamente y La Habana se desplazó hacia un punto cerca del río Casiguaguas (actualmente, Almendares), en el otro extremo de la isla.

«Se desconoce así mismo la fecha de este desplazamiento, porque de hecho parece que en algún momento coincidieron las dos Habanas, y el traslado de la población del sur hacia el norte no fue una mudada organizada, sino un sucesivo flujo de moradores», señala Bianchi Ross.

De acuerdo con el historiador, fue en ese momento cuando, al parecer, la villa de San Cristóbal se ganó un apellido por el que luego se haría más conocida.

«Solo cuando queda establecida en la costa norte, en tierras del cacique Habaguanex, es que comienza a llamarse, tal vez para diferenciarla de la otra del sur, San Cristóbal de La Habana«, agrega.

De hecho, entre los historiadores una de las hipótesis más frecuentes sobre el origen del nombre la capital de Cuba viene del apelativo de -o como entendieron los españoles que se llamaba- el jefe de los aborígenes que vivían en esa área.

«Hay mucha discusión en torno al nombre de la ciudad. Algunos también dicen que viene de Havre, que significa puerto, hasta una deformación de la palabra taína sabana, que caracteriza el terreno sobre el que se fundó», señala Cluster.

«La que podría ser una primera referencia histórica al lugar está en las cartas de Colón a [los reyes de España] Fernando e Isabel, en que habla de un lugar al oeste de la isla que los pobladores llamaban Avan, donde decía que había pobladores con cola. Luego está la Carta de Relación de Diego Velázquez al rey en la que habla de una zona donde mandaba el cacique Habaguanex», agrega.

Segunda mudada

Pero el azaroso periplo de los primeros habaneros no terminó en el cambio de lugar y el agregado al nombre del santo patrón.

En algún momento -que la tradición ubica en noviembre de 1519, pero que en realidad nadie sabe cuándo fue– la villa se trasladó nuevamente hacia una bahía que ya había sido explorada años antes.

Cuando llegó allí a inicios del siglo XVI el conquistador Sebastián de Ocampo la había llamado Bahía de Carenas, sin saber que años más tarde ese lugar decidiría no solo el destino de la futura capital de Cuba, sino de la historia de la isla completa.

«Yo diría que la ubicación de ese lugar, donde estaba el puerto que llegó a albergar hasta mil barcos en los tiempos de la conquista y colonización, fue lo que decidió la ubicación definitiva de La Habana en su posición actual», señala Suárez.

De acuerdo con Cluster, la conquista de México en 1519 hizo que el Puerto de Carenas se convirtiera en una posición estratégica para el trasiego de mercancías entre España y sus nuevas colonias.

A partir de entonces, la villa comenzó a crecer al ritmo de las flotas y se convirtió en el núcleo del comercio entre Europa y América.

Menos de un siglo después de su fundación, el gobernador general de la isla decidió mudar su residencia allí: San Cristóbal de La Habana recibió el título ciudad y desplazó a Santiago como capital de Cuba.

Sin embargo, aunque ya para entonces las actas de la ciudad dejaban claro punto por punto los vaivenes de la vida cotidiana, muy poco se contó sobre los días primeros, cuando la ciudad más importante de Cuba nació como un campamento itinerante.

Entre la historia y el mito

Sin embargo, en el año 1754, el entonces gobernador de la isla, Francisco Cagigal de la Vega, mandó a erigir una columna cerca de la primera gran construcción militar de la época, el Castillo de la Fuerza, en la que se leía que aquel había sido el sitio donde había comenzado todo.

De acuerdo con el pilar, al lado de una frondosa ceiba se había fundado La Habana, el 16 de noviembre de 1519.

Pero de acuerdo con Bianchi Ross, el lugar de la nueva refundación y su primera Plaza de Armas también se desconoce.

«Con el objeto de reconocer la barata tradición existente de que a la sombra de una ceiba que existía en el lado oeste de actual Plaza de Armas se celebró la primera misa y el primer cabildo, el gobernador mandó a erigir esta columna que todavía se conserva», comenta Bianchi Ross.

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