En recuerdo del Dr. Francisco Rigail Arosemena

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En enero de este año, nos dejó el Dr. Francisco Rigail Arosemena, miembro distinguido de la Comisión Internacional del Comité Central del Partido Comunista del Ecuador, que cumplía labores como Secretario General del Comité Provincial de Pichincha en Quito. Fue fundador y presidente del Comité de Solidaridad con Chile.

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Cuando un amigo se va, no se le dice adiós sino hasta pronto.

En enero de este año, nos dejó el Dr. Francisco Rigail Arosemena, miembro distinguido de la Comisión Internacional del Comité Central del Partido Comunista del Ecuador, que cumplía labores como Secretario General del Comité Provincial de Pichincha en Quito. Fue fundador y presidente del Comité de Solidaridad con Chile.

Su vinculación con Chile y Salvador Allende, quedaron plasmadas en su libro escrito en formato de crónica, en donde denuncia el golpe de estado de 1973, titulado «Neofascismo en Chile».

Como lo relata el párrafo que hemos extraido de su testimonio, el año 1973 viajó a Chile desde México, luego de escuchar a Salvador Allende, el 2 de diciembre de 1972, en el afamado discurso ante la Universidad de Guadalajara. En su condición de médico, el Dr. Rigail Arosemena, llegó a Valparaiso en abril para integrarse a la revolución de la esperanza de los marginados de América.

No podemos dejar de mencionar algunos hitos de su vida. Nacido en Guayaquil, se graduó de Doctor en Medicina y Cirugía en 1969, en la Universidad Estatal del puerto principal, estudió la especialidad de Anatomía Patológica en los hospitales del Centro Médico Nacional del Instituto Mexicano del Seguro Social-Universidad Autónoma de México (1970-1973), viajando a Chile para participar desde la base popular en el proceso chileno al Socialismo, experiencia emancipadora que concluyó con el brutal golpe de estado de septiembre de 1973. Con un curso de perfeccionamiento en el Jackson Memorial Hospital – Universidad de Miami, USA., es recibido como profesor principal, desde 1974, de la cátedra de patología en la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Guayaquil hasta 1992. Fue coordinador del primer Postgrado, y de las 1eras Jornadas Nacionales de Anatomía Patológica. Ocupó la Jefatura -mediante concurso- de Patología del Hospital «Luis Vernaza» desde 1978 a 1990, y la Jefatura de Cátedra en el período 1987-1990.

En 1992, fija su residencia en Quito, y desde 1997, ejerció el cargo de coordinador docente e investigador del Museo Nacional de Medicina «Eduardo Estrella»- Ministerio de Salud Pública; profesor principal de las cátedras de Antropología Médica e Historia de la Medicina en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica Equinoccial (desde el 2003) y,  de Neuropatología y Anatomía Patológica en la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador hasta el 2013.

Obtiene, en enero de 2011, el Diploma Superior en Salud y Terapias Integrativas en la Universidad Andina Simón Bolívar, Quito –Sede Ecuador-.

Realizó publicaciones médicas en revistas nacionales y extranjeras siendo autor y co-autor de libros en el campo de la salud, antropología médica, historia de la medicina y política latinoamericana. 

Fue un reconocido miembro del Colegio Médico de Pichincha; del Centro de la Cultura Médica Ecuatoriana; de la Corporación Ecuatoriana de Escritores Médicos, de la Sociedad Ecuatoriana de Historia de la Medicina; de la sección de Ciencias Biológicas de la Casa de la Cultura Ecuatoriana-Matriz; de la Sociedad Ecuatoriana de Bioética y, de la Sociedad Latinoamericana de Patología.

En recuerdo de la memoria del Dr. Francisco Rigail Arosemena, el Presidente del Partido Comunista de Chile, Guillermo Teillier del Valle junto a los diputados Boris Barrera Moreno y Rubén Moraga Mamani, acompañados del candidato a la Constituyente Hugo Gutiérrez Gálvez, se han sumado al sentir del Partido Comunista del Ecuador, representado por su Secretario General Winston Alarcón Elizalde, así, como de toda la militancia, entregando a la familia un cariñoso abrazo a la distancia. Su ejemplo de la moral comunista cuya modestia solo era comparable a su grandeza, lo hace acreedor de este merecido homenaje.

Los dejamos con la parte introductoria del libro que condena la traición pinochetista, «Neofascismo en Chile».

Neofascismo en Chile | Francisco Rigail Arosemena - Bubok

1. Antecedentes: En la década del 70, mientras los acontecimientos políticos y sociales rebasaban las fronteras tangibles de los pueblos en la América aborigen y mestiza ávidos de justicia y libertad-; el almanaque deshojaba noviembre de 1972, y en la capital Azteca me encontraba cursando mi postgrado médico; cuando es recibido con muestras de admiración, el Presidente de Chile, Salvador Allende, ganador en las urnas un 4 de septiembre de 1970, y portador del mensaje: La Vía Pacífica al Socialismo. Después de recibir el título académico, el derrotero estaba señalado y, en unción con la marea de cambio, desembarqué en Valparaíso en abril de 1973; en que el Gobierno de la Unidad Popular estrenaba su tercer año y, en la elección parlamentaria de marzo obtuvo -44% de votantes-, una nueva victoria electoral. Y, es que, el proceso revolucionario había logrado consolidar la economía mejorando la distribución del ingreso nacional de un 54% a un 60%, creando 194 mil nuevas plazas de trabajo, con una cesantía de 3.1% – la más baja de la historia republicana-. Las medidas gubernamentales enmarcadas en la Constitución, empero, movilizaron a compañías multinacionales y, al Gobierno de Richard Nixon para imponer el bloqueo económico ; que complotaron con sectores políticos contrarios mediante mercado negro, paros patronales, terrorismo, sabotaje, dinamitazos y el crimen. En el vórtice de loa acontecimientos, bajo el lema: No a la Guerra Civil, los sectores populares y progresista con disciplina laboral y de producción defendieron a su gobierno como Voluntarios de la Patria ; en tanto, la cúpula militar en contubernio con los capitalistas monopolistas y privilegiados al fracasar sus oscuros intereses-, implantaron el martes 11 de septiembre de 1973, una dictadura encabezada por el General Augusto Pinochet. Estado de guerra, pena de muerte, fusilamiento, persecución, tortura, campos de concentración (estadios, barcos, poblaciones-prisión e islas), xenofobia, saqueo, desaparición, refugiados, hambre, miseria, cesantía y terror, fueron las prácticas generalizadas ejercidas en contra de millones de seres humanos de toda condición, sexo y edad, durante los 17 años de la GENOCIDA dictadura.

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