Der Spiegel inventaba noticias: Escándalo de revista alemana también afecta a Cuba

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Berlín, 23 dic . El escándalo sobre numerosos reportajes inventados de la prestigiosa revista alemana Der Spiegel (El Espejo) también afecta a Cuba.

La revista Der Spiegel hizo público el escándalo a mediados de esta semana, explicando a sus lectores que el fraude periodístico «a gran escala» llevado a cabo por un redactor se destapó tras una exhaustiva investigación interna.

Conforme a la revista, Claas Relotius, de 33 años, que ha escrito unos 60 artículos para el semanario desde el año 2011, admitió que en catorce de ellos hay partes «completamente inventadas o adornadas con citas manipuladas u otros hechos de fantasía».

Según pesquisas, Relotius viajó en febrero y marzo de 2013 a Cuba con el fin de investigar para varios artículos y reportajes.

El viaje fue financiado por la fundación Heinz Kuehn, una entidad del gobierno del Estado federado de Renania de  Westfalia Norte, presidida por el actual primer ministro y democristiano Armin Laschet.


Después de su viajo, financiado por fondos recaudados, Relotius escribió un libro de más de 600 páginas con capítulos titulados «La revolución vende a sus hijos» e «Investigar en una dictadura».

Ni la fundación ni el democristiano Laschet han comentado el caso Relotius y el financiamiento hasta ahora.

Para el reportero Juan Moreno, que descubrió uno de los escándalos más graves de la historia del periodismo alemán, su ex colega Claas Relotius falsificó presuntamente por lo menos un reportaje sobre Cuba.

Moreno se refiere a un reportaje sobre el «primer asesor fiscal del socialismo isleño»,( experto en impuestos y tributos), que salió en septiembre del 2013 en la revista conservadora alemana Cicero.

En un artículo sobre el escándalo, Moreno describe como le surgieron dudas sobre la seriedad del trabajo de Relotius, cuando leyó este reportaje sobre Cuba.

«Leí un texto suyo (…) que trataba del supuesto primer asesor fiscal en la Cuba socialista», escribió Moreno.

El hombre, supuestamente, ganó alrededor de 20 mil dólares en el semestre, y los «lustrabotas» hacían cola para recibir sus consejos.

«Pensé: Bueno, a ver, será que los lustrabotas tienen problemas de impuestos en Cuba», comenta Moreno.

En el artículo, que todavía está online en la página de la revista Cicero, Relotius afirma que «desde la oficina en la mesa de la cocina surgió una pujante compañía consultora cubana».

«Puede hundirte en la desesperación y a veces saborear dulce, el capitalismo», agregó Relotius en su estilo típico lírico.

Según medios internacionales, reportajes de Relotius, que también fueron nominados a premios de periodismo, están ahora bajo escrutinio.

Entre ellos se encuentran textos como «El último testigo», sobre un estadounidense que presuntamente acude a una ejecución como testigo, «Niños león», sobre dos niños iraquíes secuestrados y reeducados por el Estado Islámico.

Der Spiegel, (en alemán,»El espejo»), es la mayor revista semanal de Europa y la más importante de Alemania.

Publicada en Hamburgo, tiene una difusión semanal de un millón de ejemplares.

Su estilo es similar al Time o al Newsweek.

Es conocida en Alemania por su sello distintivo y académico, así como por su increíble influencia. Una edición media tiene unas 170 páginas, con dos de contenido por cada una de publicidad.

La primera edición de Der Spiegel fue publicada el 4 de enero de 1947. Antes de esta fecha ya había habido otra revista con el nombre de Diese Woche («Esta semana»), iniciada en 1946 bajo el patrocinio de la administración británica de ocupación en Alemania. Después de algunos desencuentros con los británicos, la revista pasó a ser propiedad del principal editor del país, Rudolf Augstein, quien le dio el nombre actual. Augstein fue editor y redactor jefe de la revista desde la primera publicación en enero de 1947 hasta su muerte, el 7 de noviembre de 2002.

A partir de 1950, la revista fue propiedad de Augstein y John Jahr, cuya parte fue tomada por Richard Gruner en 1962. En 1969, Augstein se convirtió en dueño único de la revista, tras comprar la parte de Gruner por 42 millones de marcos alemanes. En 1971 Gruner y Jahr se unieron para comprar el 25% de la empresa. En 1974, se produjo una reestructuración de la compañía, según la cual todo empleado que trabajase en la revista durante más de tres años tendría derecho a participar en la gerencia y beneficios.

Desde 1952, Der Spiegel ha ocupado su propio edificio en la parte vieja de Hamburgo.

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